La salud física, pero también la salud mental son partes indispensables de nuestra vida. A menudo sufrimos lesiones, enfermedades o preocupaciones que desestabilizan nuestro bienestar.
La desprogramación biológica es una terapia que ayuda a sanar bloqueos o enfermedades buscando cuáles son sus orígenes. Es una técnica que da la vuelta a la medicina convencional y afirma que la causa de cualquier síntoma de malestar es un conflicto o trauma programado en ti en el pasado, y que se proyecta hacia el futuro.
Antonio Mondéjar, terapeuta de Desprogramación y Reiki, explica en qué consiste un shock : " un hecho dramático vivido en soledad sin solución aparente para la persona y que te llega inesperadamente". Pero más allá de estos traumas, también se viven pequeños conflictos diarios que van acumulándose gota a gota hasta que "llega un punto en que el cuerpo se cansa y lo manifiesta con un síntoma o enfermedad", afirma Mondéjar. Se trataría de todas aquellas incongruencias entre lo que se desea y lo que se hace; entre lo que se piensa y como se actúa.
Ante un shock o un trauma el cerebro crea una respuesta o un programa (forma de actuación reiterada) como mecanismo de adaptación para superar la situación de amenaza vivida. "El cerebro cree que te está protegiendo, es una solución que ha encontrado para aliviar la mente", explica Theresa Sorribas, terapeuta de Desprogramación en Ibiza. Todo esto pasa, pero no somos conscientes: " no lo decide la persona con la mente, sino el cerebro automático", detalla Sorribas.
"Cuando la piel nota el frío, el cerebro recuerda una situación de frío simbólico -una separación-, entonces te resfrias. Cuando sientes algo o vives una situación, tú no te das cuenta pero tu cerebro recuerda otra cosa inconscientemente, es automático ". Así ejemplifica el proceso Òscar Hurtado, director y maestro de la única Escuela de Desprogramación Biológica en España.
El origen de los síntomas
En los cursos de formación, los terapeutas y asistentes se ponen en movimiento para investigar las posibles fuentes de sus propios conflictos. Sólo así pueden comprender el mismo proceso que deben hacer las personas que vienen a terapia: si los abuelos vivieron un trauma, la herencia de esta vivencia puede ser determinante para la persona en curación. "La información histórica es muy importante, hay que hacer un gran trabajo de fondo periodístico", narra Oscar.
Hay que entender que para encontrar trasfondo de los síntomas se deben analizar los shocks o traumas que la persona haya podido experimentar a lo largo de su vida, pero también las vivencias de la madre durante el proceso de gestación o el parto y las de el resto del árbol genealógico. La epigenética es una de las ciencias base que analiza esta influencia de las generaciones pasadas en el ser presente. Entendiendo que el modo de vida o de afrontar la realidad de los antepasados, puede generar enfermedades que pasen a las posteriores generaciones. "No hay personas más tontas o más listas, sí hay cualidades que puedes desarrollar con más facilidad, pero cuando te bloqueas con algo, eso es un programa" afirma Óscar.
Cada enfermedad o alteración corporal, tiene su propio código causante . Todo va de acuerdo con la función del órgano a partir de una asociación simbólica entre un conflicto vivido y un síntoma manifiesto. Algunos de los vínculos automáticos que nuestro cerebro suele tener incorporados son por ejemplo, un problema de lactancia ligado a carencias con la relación materna o adicciones (adherir sustancias en la sangre) para llenar vacíos familiares. La desprogramación no sólo consigue encontrarlos sino revertir estos síntomas.
La terapia tiene final, a veces muy rápido. Oscar Hurtado llevó el caso de una adolescente que hacía años que sufría de escoliosis. El conflicto tenía su raíz en la relación fraternal con su hermana mayor, siempre se había concebido desde una perspectiva inferior, queriéndola avanzar constantemente. Antes de la terapia le hicieron una radiografía donde se veía una desviación muy pronunciada en la espalda, al finalizar la sesión y tomar conciencia de este conflicto, sencillamente el síntoma desapareció con la recolocación de una de las vértebras. Su inconsciente ya no necesitaba esa solución biológica y darle una señal a través del cuerpo.
Protagonismo activo en el proceso
Uno de los puntos claves de la terapia es que la gente es parte activa del proceso de curación . "Se trata de un proceso valiente donde se remueve mucha información escondida en el inconsciente, que se ha apartado para sufrimiento o incapacidad de afrontarla", cita Mondéjar. "El paciente ha de pensar, reflexionar, reconocer y abrirse". Es importante dar protagonismo a la persona y a su interpretación del mundo para poder empatizar y acompañar mejor.
"Hacer consciente lo que estaba oculto y ayudar a comprenderlo: esta es nuestra función. No podemos hacer la acción por las personas, encontramos casos donde vienen a buscar un salvador y no nos corresponde ese rol ". Oscar Hurtado analiza las dificultades de la propia mente: "Normalmente la gente culpa al exterior, nosotros lo centramos en sí mismo , no para que se sienta culpable, sino para que lo pueda cambiar (...) La gente se engaña a sí misma, se convence de su engaño. Hay que ser claro, entender y aceptar lo que pasa: ir al contrario de las apariencias".
Contra los muros de la farmacología
La desprogramación biológica se diferencia de la Nueva Escuela Germánica (NMG) creada por el Doctor Hamer , un médico alemán que se oponía a las soluciones que proponía la medicina convencional para curar el cáncer. “No apoyamos ni seguimos las teorías de las leyes del Dr. Hamer porque hemos demostrado que las fases de curación son síntomas que remiten en cuanto se encuentra el verdadero conflicto programado en el inconsciente del paciente. Por ejemplo, un cáncer de pecho intraductal es una fase de curación según NMG, y nosotros intervenimos en el conflicto todavía activo, no en reparación, y la enfermedad remite en 3 o 4 días. Igualmente con otras patologías llamadas fases de curación por la NMG, que deja sufrir una amigdalitis como Fase de Reparación natural, y nosotros acabamos con la inflamación en cuanto se reconoce el conflicto subconsciente” Afirma Oscar. “Otra confusión habitual de estas nuevas terapias basadas en NMG es que el trauma se ha vivido en el pasado, y en realidad muchos síntomas son anticipación de conflictos futuros. Por ejemplo, el exceso de acidez estomacal y su reflujo traducen un conflicto de necesidad de desestructurar, desmontar, deshacer, algo que se viene encima próximamente y que tiene que digerir por obligación. Por ejemplo, la reunión con un superior que te va a cargar con las culpas de un problema de la empresa”
"Cuestionar la medicina convencional, te hace tambalear el futuro y todo lo que te han enseñado", dice Hurtado. La industria farmacéutica ha creado unos lazos de dependencia muy fuertes con los pacientes. "Mientras yo puedo curar un cáncer en tres sesiones, con una media de 150 euros de inversión, la farmacología mantiene controlada la enfermedad sin terminar de curarla, pero sin permitir que la persona muera, de esta manera tienes un consumidor para siempre más ", aclara Theresa.
Oscar Hurtado, Antonio Mondéjar y There Sarribas se iniciaron en este mundo después de probar muchas otras terapias y no encontrar respuesta. La desprogramación biológica fue la única vía donde encontraron solución a las enfermedades que querían sanar.
Cita Theresa: "Nosotros somos ciencia no reconocida porque somos la competencia brutal contra la medicina y la farmacéutica, pero tenemos como garantía la gente que curamos"
L a Desprogramación Biológica afirma que cualquier enfermedad se puede curar, "otra cosa es que las creencias que están en la sociedad acepten que el Parkinson, el Alzheimer o las enfermedades consideradas incurables puedan revertir", afirma Hurtado. Una de las creencias más impuestas socialmente es la asociación de la edad con el desgaste del cuerpo: " Hay gente de 80 y 90 años que está increíblemente bien. Sólo que haya uno, ya se desmiente la creencia ". Ciertamente hay envejecimiento porque al superar la edad reproductiva se pierde fuerza, pero no va ligado a encontrarse mal : "Las células del esqueleto se regeneran completamente cada 7 años, independientemente de la edad".
Más del 50% de las enfermedades son catalogadas como idiopáticas, es decir, que no tienen una causa conocida. "No tenemos prisa para que la gente entienda que las enfermedades funcionan así. Yo sé que es cierto, de la misma manera que era verdad que el sol se movía en la Edad Media y tardaron más de cien años en reconocerlo ", concluye Oscar Hurtado.
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